El estudio de las células madre plantea una serie de preguntas filosóficas que desafían su avance. Algunas de las más relevantes son: ¿Es moralmente justificable la destrucción de fetos para avanzar en la medicina?, ¿Tienen las células madre valor intrínseco o son meras herramientas?, y ¿Cuáles deberían ser los límites en la modificación genética?.
Las regulaciones de ciertos países equilibran los beneficios de la investigación de células madre con los problemas éticos que plantean. Otros países han restringido su estudio por motivos éticos y de opinión pública. En países donde la moral está arraigada en creencias religiosas, es más difícil obtener aceptación hacia los avances médicos.
La pregunta que debemos hacernos colectivamente es: ¿El avance en el estudio de las células madre beneficia al individuo o a la sociedad? Si nuestra respuesta es la sociedad, entonces debemos abrir las puertas a este revolucionario avance. Por primera vez en la historia, podemos entender más sobre lo que somos y cómo somos.
El estudio de las células madre ha pasado por diversas etapas. Las más recientes, que han despertado la imaginación y la esperanza de millones de personas, son el desarrollo de órganos y tejidos para trasplante, los tratamientos contra el cáncer y el combate a los problemas neurológicos.
Actualmente, contamos con terapias contra el cáncer que identifican células cancerígenas y las sustituyen por células madre, y terapias que corrigen genes defectuosos. Si alguien duda que el futuro de la medicina se encuentra en las terapias con células madre, le invitamos a leer los journals médicos.
Como filósofos y humanos preocupados por la actualidad de nuestra especie, es loable que consideremos las complicaciones éticas. La autonomía, el consentimiento para investigaciones, la identidad humana y los estatutos morales no deben detenernos. Debemos unirnos para promover el avance en la investigación de las células madre.
Pensemos en el futuro:
- Medicina personalizada: la misma célula nos da el mapa genético.
- Terapias rápidas: una inyección de células madre podría curar numerosos males.
- Ganaríamos la batalla contra las enfermedades complejas: el Alzheimer y la diabetes serían controladas o erradicadas.
- Integración con otras tecnologías: la robótica y la inteligencia artificial se beneficiarían de una contribución refrescante.
Apostemos por un avance que beneficie a la sociedad y al individuo. Disminuyamos las regulaciones y facilitemos el trabajo para los investigadores.